lunes, 13 de diciembre de 2010

Cambio Climatico

Cambio climático


Imagen actual de la superficie de Venus, un planeta que anteriormente se pareció en muchos aspectos a la Tierra actual.

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos:temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como antropogénicas (Oreskes, 2004).
El término suele usarse de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables.

Como se produce constantemente por causas naturales se lo denomina también variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias,nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et ál., 2005) (Roe y Baker, 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber, 2008) (Knutti y Hegerl, 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern, 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et ál., 2002)(Hughes, 2001) globales y sus patrones.

Causas de los cambios climáticos


Temperatura en la superficie terrestre al comienzo de la primavera de 2000.
El clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Los distintos tipos climáticos y su localización en la superficie terrestre obedecen a ciertos factores, siendo los principales, la latitud geográfica, la altitud, la distancia al mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a la insolaciónvertientes de solana y umbría) y a la dirección de los vientos (vertientes de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima que también son cinco: temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones. (
Pero existen fluctuaciones considerables en estos elementos a lo largo del tiempo, tanto mayores cuanto mayor sea el período de tiempo considerado. Estas fluctuaciones ocurren tanto en el tiempo como en el espacio. Las fluctuaciones en el tiempo son muy fáciles de comprobar: puede presentarse un año con un verano frío (por ejemplo, el sector del turismo llegó a tener fuertes pérdidas hace unos años en las playas españolas debido a las bajas temperaturas registradas y al consiguiente descenso del número de visitantes, y el presente invierno ha sido mucho más frío de lo normal, no sólo en España, sino en toda Europa). Y las fluctuaciones espaciales son aún más frecuentes y comprobables: los efectos de lluvias muy intensas en la zona intertropical del hemisferio sur en América (inundaciones en el Perú y en el sur del Brasil) se presentaron de forma paralela a lluvias muy escasas en la zona intertropical del Norte de América del Sur (especialmente en Venezuela y otras áreas vecinas).
Un cambio en la emisión de radiaciones solares, en la composición de la atmósfera, en la disposición de los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la Tierra puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así profundamente el clima planetario cuando se trata de procesos de larga duración.
Animación del mapa mundial de la temperatura media mensual del aire de la superficie.
Estas influencias se pueden clasificar en externas e internas a la Tierra. Las externas también reciben el nombre de forzamientos dado que normalmente actúan de forma sistemática sobre el clima, aunque también los hay aleatorios como es el caso de los impactos de meteoritos (astroblemas). La influencia humana sobre el clima en muchos casos se considera forzamiento externo ya que su influencia es más sistemática que caótica pero también es cierto que el Homo sapiens pertenece a la propia biosfera terrestre pudiéndose considerar también como forzamientos internos según el criterio que se use. En las causas internas se encuentran una mayoría de factores no sistemáticos o caóticos. Es en este grupo donde se encuentran los factores amplificadores y moderadores que actúan en respuesta a los cambios introduciendo una variable más al problema ya que no solo hay que tener en cuenta los factores que actúan sino también las respuestas que dichas modificaciones pueden conllevar. Por todo eso al clima se le considera un sistema complejo. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será sistemática o caótica. En esto depende mucho la escala de tiempo en la que se observe la variación ya que pueden quedar patrones regulares de baja frecuencia ocultos en variaciones caóticas de alta frecuencia y viceversa. Puede darse el caso de que algunas variaciones caóticas del clima no lo sean en realidad y que sean catalogadas como tales por un desconocimiento de las verdaderas razones causales de las mismas.

Influencias externas

Variaciones solares

El Sol es una estrella que presenta ciclos de actividad de once años. Ha tenido períodos en los cuales no presenta manchas solares, como el mínimo de Maunder que fue de 1645 a 1715 en los cuales se produjo una mini era de Hielo.

Variaciones de la luminosidad solar a lo largo del ciclo de las manchas solares.
La temperatura media de la Tierra depende, en gran medida, del flujo de radiación solar que recibe. Sin embargo, debido a que ese aporte de energía(Crowley y North, 1988). Esto sucede porque el Sol es una estrella de tipo G en fase de secuencia principal, Resultado muy estable. el flujo de radiación es,además, el motor de los fenómenos atmosféricos ya que aporta la energía necesaria a la atmósfera apenas varía en el tiempo, no se considera que sea una contribución importante para la variabilidad climática a corto plazo para que éstos se produzcan.
Sin embargo, muchos astrofísicos consideran que la influencia del Sol sobre el clima está más relacionado con la longitud de cada ciclo, la amplitud del mismo, la cantidad de manchas solares, la profundidad de cada mínimo solar, y la ocurrencia de dobles mínimos solares separados por pocos años. Sería la variación en los campos magnéticos y la variabilidad en el viento solar (y su influencia sobre los rayos cósmicos que llegan a la tierra) quienes tienen una fuerte acción sobre distintos componentes del clima como las diversas oscilaciones oceánicas.

Variaciones orbitales

Si bien la luminosidad solar se mantiene prácticamente constante a lo largo de millones de años, no ocurre lo mismo con la órbita terrestre. Ésta oscila periódicamente, haciendo que la cantidad media de radiaciónglaciales e interglaciales. Hay tres factores que contribuyen a modificar las características orbitales haciendo que la insolación media en uno y otro hemisferio varíe aunque no lo haga el flujo de radiación global. Se trata de la precesión de los equinoccios, la excentricidad orbital y la oblicuidad de la órbita o inclinación del eje terrestre que recibe cada hemisferio fluctúe a lo largo del tiempo, y estas variaciones provocan las pulsaciones glaciares a modo de veranos e inviernos de largo período. Son los llamados período.
Influencias internas

 La deriva continental:


Pangea.
La Tierra ha sufrido muchos cambios desde su origen hace 4.600 millones de años. Hace 225 millones de años todos los continentes estaban unidos, formando lo que se conoce como Pangea, y había un océano universal llamado Panthalassa. La tectónica de placas ha separado los continentes y los ha puesto en la situación actual. El Océano Atlántico se ha ido formando desde hace 200 millones de años.
La deriva continental es un proceso sumamente lento, por lo que la posición de los continentes fija el comportamiento del clima durante millones de años. Hay dos aspectos a tener en cuenta. Por una parte, las latitudes en las que se concentra la masa continental: si las masas continentales están situadas en latitudes bajas habrá pocos glaciares continentales y, en general, temperaturas medias menos extremas. Así mismo, si los continentes se hallan muy fragmentados habrá menos continentalidad.

Cambios climáticos en el pasado

Los estudios del clima pasado (paleoclima) se realizan estudiando los registros fósiles, las acumulaciones de sedimentos en los lechos marinos, las burbujas de aire capturadas en los glaciares, las marcas erosivas en las rocas y las marcas de crecimiento de los árboles. Con base en todos estos datos se ha podido confeccionar una historia climática reciente relativamente precisa, y una historia climática prehistórica con no tan buena precisión. A medida que se retrocede en el tiempo los datos se reducen y llegado un punto la climatología se sirve solo de modelos de predicción futura y pasada.

La paradoja del Sol débil 

A partir de los modelos de evolución estelar se puede calcular con relativa precisión la variación del brillo solar a largo plazo, por lo cual se sabe que, en los primeros momentos de la existencia de la Tierra, el Sol emitía el 70% de la energía actual y la temperatura de equilibrio era de -41 °C. Sin embargo, hay constancia de la existencia de océanos y de vida desde hace 3.800 millones de años, por lo que la paradoja del Sol débil sólo puede explicarse por una atmósfera con mucha mayor concentración de CO2 que la actual y con un efecto invernadero más grande.

El cambio climático actual


Esquema ilustrativo de los principales factores que provocan los cambios climáticos actuales de la Tierra. La actividad industrial y las variaciones de la actividad solar se encuentran entre los más importantes.

Combustibles fósiles y calentamiento global


A finales del siglo XVII el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento del CO2 en la atmósfera que últimamente es de 1,4 ppm al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que desde que el hombre mide la temperatura hace unos 150 años (siempre dentro de la época industrial) ésta ha aumentado 0,5 °C y se prevé un aumento de 1 °C en el 2020 y de 2 °C en el 2050.
Además del dióxido de carbono (CO2), existen otros gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global , tales como el gas metano (CH4) óxido nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), los cuales están contemplados en el Protocolo de Kioto.
A principios del siglo XXI el calentamiento global parece irrefutable, a pesar de que las estaciones meteorológicas en las grandes ciudades han pasado de estar en la periferia de la ciudad, al centro de ésta y el efecto de isla urbana también ha influido en el aumento observado. Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer temperaturas medias que son siempre las más altas del siglo.

Consecuencias del cambio climático

El cambio climático producirá en España una serie de consecuencias que ya han sido presentadas por los científicos. Aparte de las ya sabidas del aumento de las temperaturas y de la subida del nivel del mar, nos encontramos con otras muchas que nos obligan a reflexionar y a tomar la decisión de "entrar en acción".

Efectos en el clima

- Aumento de temperaturas de 0,4 °C cada década en invierno y 0,7 °C cada década en verano. Al final del siglo XXI la temperatura habrá aumentado entre 5 y 7 °C en verano y entre 3 y 4 °C en invierno.
- El calentamiento es mayor en las zonas del interior que en las costeras.
- Más frecuencia de días con temperaturas máximas extremas en la Península, especialmente en verano.
- Disminución de las lluvias, sobre todo en primavera y en
verano.

Efectos en recursos y sectores

- Alteraciones en los ecosistemas terrestres con riesgo de aumento de plagas
- Transformación de permanentes a estacionales de lagos, lagunas, ríos y arroyos de alta montaña, y humedales costeros.
- Reducción de la productividad de las aguas marinas, y por tanto, de la pesca.
- “Aridización” del sur del territorio.
- “Mediterraneización” del norte del territorio.
- Pérdidas en la vegetación de alta montaña, bosques caducifolios y la vegetación litoral.
- Reducción de la riqueza de especies animales, la mayor de Europa.
- Mayor virulencia de los parásitos.
- Aumento de especies invasoras.
- Disminución de un 20% del agua disponible hacia finales de siglo XXI. Las cuencas más afectadas serán las de: Guadiana, Canarias, Segura, Júcar, Guadalquivir, Sur y Baleares.
- Aumento de la desertificación por la pérdida de propiedades de los suelos.
- Plagas y enfermedades forestales.
- Disminución de la rentabilidad de las ganaderías.
- Aumento de una media de 50 centímetros del nivel del mar.
- Pérdida de playas, sobre todo en el Cantábrico.
- Inundación de los deltas del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor y Costa de Doñana.
- Disminución de la estancia media de los turistas, con las consiguientes pérdidas económicas.

Riesgos naturales

- Aumento de la magnitud de crecidas fluviales
- Aumento de los deslizamientos de tierras en Pirineos, Cordillera Cantábrica y Cordilleras Béticas.
- Aumento de la intensidad, frecuencia y magnitud de los incendios.
- Aumento de la contaminación del aire relacionada con las partículas y el ozono troposférico.
- Extensión de la posibilidad de contagio de enfermedades sub-tropicales.

Variabilidad natural del clima
A lo largo de sus más de 4000 millones de vida, la Tierra ha sufrido gran cantidad de cambios climáticos. Solamente en los últimos dos millones se han alternado glaciaciones y épocas de clima cálido que han afectado de forma determinante a todas las formas de  vida en la Tierra y ha supuesto grandes cambios e incluso la desaparición de ecosistemas enteros, a pesar de que la temperatura media de la Tierra solo ha variado unos cinco o seis grados entre una época climática y otra. Sin ir demasiado lejos en el tiempo, en el 11.500 BC, o hace 13.500 años que es lo mismo, se produjo un cambio climático expectacular, cuando la tierra se calento y subio el nivel del mar, provocando inundaciones, creando el mar báltico, el mar negro y eliminando a todos los animales mayores que un coyote del norte de America, todos estos sucesos no ocurrieron de golpe, pero si, en pocos cientos de año.
Gracias al estudio del clima de épocas pasadas a partir de burbujas de aire atrapadas en trozos de hielo de la Antártida y Groenlandia, a través de los anillos de árboles milenarios y fósiles y de las estalagmitas, sedimentos, etc. Se ha sabido, por ejemplo, que el desierto del Sahara tuvo una abundante vegetación y gran cantidad de cursos de agua, que entre 1550 y 1850 hubo una época especialmente fría que ha acabado llamándose Pequeña Edad de Hielo, en la que por ejemplo los canales de Holanda permanecían helados más de tres meses. 
Incluso sin necesidad de remontarse tan atrás en el tiempo, tenemos datos que demuestran la influencia de fenómenos naturales en el clima, como la erupción del volcán Pinatubo en 1991, que hizo descender varias décima de grado la temperatura de la Tierra durante algo más de dos años.

Medidas para paliar el cambio climático 

Dado que el cambio climático es un problema global, las soluciones deben tomarse igualmente de forma global, por todos los países. 
Entre las medidas que podemos tomar para paliar el cambio climático están las siguientes: 
  • Reducir la emisión de gases de efecto invernadero, con lo que evitaremos que su concentración en la atmósfera siga aumentando. Esto solo se puede lograr a través de la eficiencia y el ahorro energético y el uso de energías renovables, que sustituyan progresivamente a los combustibles fósiles en la producción de electricidad. Además para lograrlo disponemos de la tecnología necesaria, pero es preciso que se reduzcan las barreras a la difusión y transferencia de estas tecnologías, se usen los suficientes recursos financieros y se ayude a los países con economías poco desarrolladas. Además se deben aplicar políticas económicas y sociales como favorezcan el ahorro energético e incentiven las energías renovables.
  •  
  • Aumentar las superficies forestales, ya que actúan como sumideros absorbiendo dióxido de carbono,  evitando la deforestación y aumentando las repoblaciones, respetando en lo posible la biodiversidad.
  • Promover desde ya las más esenciales medidas de adaptación, sobre todo en zonas con ecosistemas más sensibles y en sectores con economía más vulnerable.
Como perjudica el cambio climático a la salud

Los efectos en la salud del cambio climático se cobran cada año más de 150.000 vidas según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre todo en los países en desarrollo. Por eso, el leitmotiv del Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy en todo el mundo, es llamar la atención sobre las castróficas consecuencias del cambio climático para la salud.
La organización, que este 7 de abril también conmemora el 60 aniversario de su fundación, dedicará el año a educar conciencias y a alertar sobre la hecatombe sanitaria que se nos viene encima a nos ser que atajemos el recalentamiento planetario. 
La OMS advierte de que la humanidad hace frente a un mayor número de daños, enfermedades y defunciones relacionados con desastres naturales y olas de calor, un aumento de las enfermedades transmitidas por alimentos y el agua así como un aumento de las defunciones prematuras y las enfermedades relacionadas con la contaminación del aire
Los más vulnerables
Las repercusiones contra la salud derivadas del cambio climático se cebarán con los más desvalidos como los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas. La vulnerabilidad también es mayor en zonas con enfermedades endémicas sensibles al clima, grave escasez de agua y escasa producción de alimentos.
Pedalear contra el cambio climático
Según la OMS, las consecuencias para la salud del cambio climático serán difícilmente reversibles en años o decenios. Afortunadamente, muchas de esas posibles repercusiones son evitables. Así apuntan a las clásicas medidas de reducción de la contaminación de los medios de transporte y el uso eficiente de la tierra y el agua
Además, muchas de las medidas necesarias para evitar el cambio climático tienen efectos positivos en la salud. Por ejemplo, en los países industrializados, el aumento de la utilización de la bicicleta y del transporte público contribuirá a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Además mejorará la calidad del aire y la salud respiratoria, y reducirá el número de muertes prematuras. El aumento de la actividad física que se produce caminando o montando en bicicleta pueden reducir la obesidad y las enfermedades relacionadas con ella. Cuanto antes se tomen estas medidas, mayor será su impacto en la salud pública.

El cambio climático en las plantas 

Un grupo de investigadores del Reino Unido ha descubierto mediante experimentos genéticos de qué modo las plantas controlan su propio desarrollo gracias a lo variado de su comportamiento en función de la temperatura ambiental. El equipo de investigación, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (CEI) y el Centro John Innes (Reino Unido), estudiaron genes de la Arabidopsis para averiguar cuáles se encargan de la respuesta a la temperatura y cómo podrían adaptarse a un aumento de la misma provocado por el cambio climático. Gracias a esta investigación, publicada en la revista Cell, se ha descubierto que las plantas poseen un «gen termómetro» que utilizan para controlar su crecimiento y desarrollo.
Este conocimiento podría conducir al desarrollo de nuevos cultivos más resistentes al cambio climático. Muchos ciclos del crecimiento vegetal se ven afectados en gran medida por el cambio climático, el cual provoca una redistribución de especies en todo el mundo y cambios preocupantes en los patrones de crecimiento y floración tradicionales. Las plantas son extremadamente sensibles a la temperatura pues ésta controla sus ciclos de crecimiento, floración y fructificación. Son capaces de percibir diferencias en la temperatura de tan sólo un grado centígrado y experimentan numerosos cambios de temperatura extremos con el devenir de las estaciones y la alternancia del día y la noche.
Para elegir el momento de crecer o de conservar energía sienten la temperatura del aire a su alrededor y regulan su crecimiento de manera acorde, pero hasta ahora no se sabía cómo se producía este mecanismo. Un equipo de investigadores del Centro John Innes, perteneciente al Consejo de Investigación de la Biotecnología y las Ciencias Biológicas (BBSRC) del Reino Unido ha averiguado el mecanismo vegetal que controla el crecimiento de las plantas: poseen un termómetro interno que les ayuda a regular su crecimiento.
Los autores estudiaron todos los genes de una variedad de la Arabidopsis para averiguar qué genes se activan al aumentar la temperatura. A continuación conectaron uno de estos genes con otro luminescente procedente de otra planta y así crearon una planta que se ilumina cuando sube la temperatura.
Esta técnica se empleó para detectar las plantas mutantes que hubieran dejado de percibir fluctuaciones térmicas. Una de las plantas mutantes perdió su capacidad de sentir la temperatura y se iluminó incluso en condiciones de frío. «Era impresionante observar las plantas», afirmó el Dr. Vinod Kumar, miembro del equipo de investigación. «Crecían como si hiciera calor incluso cuando bajábamos mucho la temperatura.»

El defecto de esta planta mutante le permite modificar el mecanismo de una variante de la proteína histona. Las histonas son las proteínas estructurales de los cromosomas que se unen al ADN, ayudan a dar forma a los cromosomas y colaboran en el control de la activación de ciertos genes.
Cuando se elimina la histona del ADN vegetal la planta expresa todos sus genes independientemente de la temperatura ambiente. Esto demostró que la histona es el principal regulador de la temperatura de las plantas.
La variante de la histona controla un gen que ha ayudado a las especies vegetales a adaptarse al cambio climático al acelerar su periodo de floración. Los resultados de la investigación ayudarán a los científicos a predecir la forma en la que distintas plantas se adaptarán y responderán a futuros cambios climáticos.
Reproducción, floración y migraciones primaverales
Entre las predicciones de los científicos sobre los efectos del cambio climático destaca la respuesta de los organismos vivos al paulatino calentamiento global. Pero esta respuesta es difícil de apreciar en un plazo de pocos años. Ahora, dos equipos de investigadores, tras analizar centenares de especies de animales y plantas, han constatado un desplazamiento medio de los hábitats de 6,1 kilómetros por década hacia los polos. Y funciones primaverales típicas, como la reproducción, la germinación o las migraciones, se han adelantado una media de 2,3 días por década.
Las predicciones que los investigadores hacen para el clima futuro indican no sólo un aumento de la temperatura media del planeta a lo largo de este siglo, sino patrones de cambio muy claros, como un mayor calentamiento en latitudes altas (hacia los polos) que cerca del ecuador, y en las montañas. Esto significa que muchas especies deben ser capaces de colonizar territorios antes inaccesibles para ellas al encontrarse climas más suaves donde hasta hace poco hacía demasiado frío.
Por tanto, la presencia de animales y plantas en regiones donde hasta ahora no vivían es una firma del cambio climático en marcha. Igualmente lo es, por ejemplo, el hecho de que se adelanten las primaveras con temperaturas más suaves y que, en consecuencia, se observe, por ejemplo, que las ranas se reproducen antes, que los pájaros hacen sus nidos más pronto o que las plantas germinan como media con unos días de anticipación respecto a lo que venía siendo normal.
Algunos estudios de especies habían ya indicado cambios biológicos en respuesta al cambio climático. Pero el debate seguía abierto entre los expertos ya que es muy difícil asociar claramente tendencias en el mundo biológico con los patrones del calentamiento global que se está produciendo, porque existen muchas alteraciones locales y a corto plazo debidas no sólo a variaciones naturales en la abundancia y distribución de especies, sino también a modificaciones de los ecosistemas como consecuencia de la actividad humana.
Para aclarar esta incógnita, Camille Parmesan, de la Universidad de Tejas (EE UU) y sus colegas han realizado un análisis estadístico a gran escala sobre 1.700 especies, incluyendo árboles, plantas herbáceas, aves, insectos, anfibios, mamíferos, peces, etcétera. Su conclusión, que hoy publican en la revista Nature, es que las tendencias biológicas recientes concuerdan con las predicciones del cambio climático. Los animales y plantas tienden a ocupar territorios en latitudes más altas (6,1 kilómetros de media por década) y se extienden hacia zonas más altas en las montañas.
Otro equipo de investigadores, trabajando independientemente del anterior y con una metodología diferente, ha llegado a la misma conclusión tras su análisis sobre 143 especies. Este grupo, encabezado por Terry L.Root, de la Universidad de Stanford, ha basado su trabajo en el análisis global de muchos estudios previos centrados en especies concretas o en territorios particulares, en busca de una tendencia global. El resultado es que ya hay un impacto significativo del calentamiento en las poblaciones de animales y plantas.
En estos estudios, los científicos han tenido en cuenta varios tipos de alteraciones de los organismos vivos en los últimos 50 años: distribución espacial y temporal de especies, densidad de las poblaciones, cambios en morfología y comportamiento y alteraciones temporales en procesos como la reproducción.
"Está claro que si estos cambios climáticos y ecológicos se están detectando ahora, cuando el planeta se ha calentado sólo 0,6 grados centígrados, probablemente habrá efectos de alcance mucho mayor sobre las especies y los ecosistemas en respuesta al aumento de temperatura predicho por el IPCC [Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de Naciones Unidas], que puede ser hasta de seis grados centígrados más en 2100", advierte el grupo de Stanford. "Aunque las especies han respondido a cambios climáticos a lo largo de su historia evolutiva, este cambio rápido es muy preocupante para las especies salvajes y sus ecosistemas".

  
EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS ANIMALES.
El cambio climático genera consecuencias en todos los aspectos de la vida, sobre todo en el desarrollo y supervivencia de las diferentes especies animales que habitan el mundo.
Para comenzar, su hábitat se modifica drásticamente, y hace que las funciones que se desarrollan en primavera como germinación, reproducción y emigración se vean afectadas en su transcurso debido al adelanto de las altas temperaturas.
Las consecuencias de estos factores repercuten de manera diferente entre las distintas especies. El deshielo y derretimiento de los polos deja sin sitio a especies de zonas frías, así como las bajas temperaturas en otras zonas y la falta de agua hace imposible la nidación de algunas aves. La reducción y confusión entre hábitats hace que cada especie busque refugio en lugares insólitos para sus características, muchas veces cruzándose con enemigos que reducen las fuentes de alimento haciendo disminuir la población.
Las especies marinas se ven perjudicadas por el aumento de temperatura en el agua y el aumento de la acidificación en los océanos, peces desaparecen sin oportunidad de reproducirse, los que a su vez son el alimento de otras especies que se quedan sin sustento.
Erosión, deforestación, contaminación, calentamiento global y muchos otros factores están llevando a muchas especies animales al borde de la extinción, viendo afectados sus hábitats, fuentes de alimento, y desarrollo de la población.
 
LOS 10 ANIMALES AMENAZADOS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO 

Esta es la lista de los animales con mayor riesgo a desaparecer a causa del cambio climático:
  1. Oso polar: Cada año es más grande el porcentaje de reducción del hielo en el Ártico, hábitat de los osos polares. Si continúan derritiéndose las capas de hielo los osos polares desaparecerán dentro de 75 años. Algunos científicos predicen que para el verano del 2013 en el Ártico ya se habrán derretido la mayor parte de las capas de hielo.
  2. Tigre de Bengala: Estos tigres viven en los manglares ubicados entre Bangladesh y la India. Cada año el crecimiento del nivel del mar es de 4 milímetros, se prevé que para el 2060 el hábitat de estos animales estará destruído y como consecuencia desaparecerán el 70% de los Tigres de Bengala. Por otra parte, la comercialización indiscriminada de esta especie en países como China es otro factor importante de la extinción de estos animales.
  3. Los corales: El hombre ha usado los corales para decoración y joyería desde hace 5.000 años. La pesca y el turismo han deteriorado gran parte de la barrera coralina. A pesar de los programas de restauración y conservación de los corales, se pronostica que dentro de unas décadas habrá desaparecido el 80% de los corales del océano.

  4. Canguro: Los canguros viven únicamente en Australia. El incremento de la temperatura y la sequía por falta de lluvia son las consecuencias del cambio climático que afrontará este país. Los canguros y otras especies de su familia están en gran riesgo de extinción, las altas temperaturas producen incendios forestales que acaban con gran parte de las especies salvajes.
  5. La ballena: Las ballenas están en continua amenaza bien sea por los golpes que reciben de buques o por el tráfico y comercialización. Además, como una consecuencia del cambio climático las rutas migratorias de las ballenas son alteradas por las variaciones de la temperatura del océano. Esto hace que algunas se pierdan en mar abierto o transiten por zonas desconocidas.
  6. Pingüino: El deshielo en la Antártica también será la causa de extinción de los pingüinos, para algunos científicos en el 2100. El hielo marítimo es esencial para la vida del pingüino emperador, en el protegen a sus crías, es la fuente de su alimentación y el lugar en donde mudan de plumas.
  7. Tortuga de mar: La contaminación de los mares y el desarrollo turístico y urbano en las playas en donde las tortugas anidan son algunas de las causas que anticipan la extinción de esta especie. Además, el cambio climático produce catástrofes naturales como las mareas que destruyen el hábitat de este animal.
  8. Orangután: Ya quedan pocos orangutanes en Indonesia y Malasia. Este es el mono con mayor riesgo de extinción del mundo por causa de la deforestación, la agricultura y los incendios forestales que arrasan totalmente con su hábitat.
  9. Elefante: Las razones de la desaparición del elefante son, también, la deforestación y la agricultura que destruyen totalmente sus ecosistemas y sus fuentes de alimento.
  10. Albatros: Esta hermosa ave está fuertemente afectada por la contaminación de los mares y la pesca marítima, porque sus patas se enredan con los anzuelos, de esta forma mueren cada año cerca de 100.000 aves

LA GANADERÍA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático tendrá un impacto sobre los sistemas de producción animal en toda Europa. En algunas zonas, los agricultores tendrán que adaptar sus prácticas, por ejemplo, para luchar contra nuevas enfermedades animales e impactos perjudiciales sobre las tierras de pasto.La demanda mundial de proteínas animales irá aumentando paralelamente al crecimiento de la población y de la renta real y a medida que los hábitos alimentarios cambian. Por consiguiente, la producción animal desempeña y seguirá desempeñando un papel  clave en el suministro alimentario.
Los sistemas de producción animal en la UE son: 
 
• fundamentales para garantizar la actividad económica en las zonas desfavorecidas.
• importantes para la mejora de la diversidad del paisaje europeo
• esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad dentro de los hábitats.
• vitales para la conservación de la herencia cultural de Europa.
 
El sector ganadero proporciona nutrientes valiosos en forma de estiércoles y purines utilizados para mejorar la fertilidad del suelo,así como materias primas para la producción de biogás. También proporciona importantes subproductos de la cadena de producción como, por ejemplo, el sebo que puede sustituir los combustibles fósiles en el sistema de producción. La UE-27 cuenta con 133 millones de unidades de ganado mayor1. Apartir de los años 1990, se ha producido una reducción del 25% del número de cabezas de ganado bovino2. Una nueva reducción de la cabaña ganadera de la UE desembocaría en una deslocalización de la producción, afectando negativamente el suministro alimentario de la UE y el sector agroalimentario de la UE,y, por consiguiente, de las emisiones hacia los terceros países.

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA GANADERIA
Recientes estudios de este organismo responsabilizan al sector ganadero es del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, mientras que la deforestación es responsable del 18% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Asimismo, el cultivo del arroz es la mayor fuente de metano originada por la actividad humana -entre 50 y 100 millones de toneladas por año.[...]la FAO aboga por mejorar la gestión de la ganadería y de las prácticas agrícolas y forestales.
¿Qué fue antes el huevo o la gallina? porque según este estudio realizado la ganadería y la agricultura ( determinados sectores) estarían provocando el cambio climático. Pues manos a la obra si hay que mejorar algo, aunqeu dificil lo veo tanto en el sector ganadero como en el cultivo del arroz. ¿No será peor para el cambio climático los gases que emiten las industrias? 
el Cuarto Informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) estableció que la mayor parte del calentamiento global observado durante el medio siglo pasado ha sido causado por actividades humanas (con un 90% de certeza).
Entre estas actividades no siempre se considera la importancia del papel de la agricultura[1]industrial y el modelo de la cadena agroalimentaria global. En efecto, el transporte intercontinental de alimentos, el monocultivo intensivo, la destrucción de tierras y bosques y el uso de insumos químicos en la agricultura, entre otros factores, están transformando la agricultura en un consumidor de energía (y por lo tanto, altamente dependiente energéticamente), y en un potente emisor de gases de efecto invernadero, convirtiéndose seguramente en el principal sector global responsable del cambio climático.
Lamentablemente en muchas ocasiones no hacemos el enlace automático entre las principales causas del cambio climático y el sector agroalimentario. Pero existe una tupida red de conexiones entre las dos cosas. Este texto pretende apuntar las principales, y mostrar como la lucha por la soberanía alimentaria de los pueblos puede ser, también, un gran paradigma mitigador del cambio climático.
Agricultura y Ganadería industrializada: ¿Causa de Cambio Climático?
La agricultura y ganadería industrializadas [2] son una de las principales fuentes de generación y emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Según el informe de referencia Stern (2006) [3], el 18% de las emisiones de GEI a nivel mundial se corresponden con el “cambio del uso de la tierra”, mientras que el aparatado “agricultura” (que incluye a la ganadería) emite el 14% de GEI. Sumando los dos ítems tenemos un 32% de GEI atribuibles de manera muy directa al modelo agro actual (en adelante agronegocio [4]), convirtiéndose de esta manera en el principal contribuyente al cambio climático, por encima del sector energético (24%) o del transporte (14%).
Es decir, para actuar sobre el cambio climático es absolutamente imprescindible modificar el modelo agroalimentario actual, de la misma manera y con la misma intensidad que se enfocan esfuerzos en los sectores energéticos o de transporte.

Actualmente, la agricultura industrial es responsable del 25% de las emisiones del bióxido de carbono del mundo, del 60% de las emisiones de gas metano y del 80% de óxido nitroso, todos ellos poderosos gases del efecto invernadero.

GANADERIA CORPORATIVA
La conexión entre ganadería y agricultura en sus impactos en el cambio climático no debe obviarse. La FAO [14] señala que la ganadería es la principal fuente antropogénica del uso de la tierra. El 26% de la superficie terrestre se dedica a la producción de pastos y el 33% de la superficie agrícola a la producción de grano para piensos.
En ambos casos, el avance de la ganadería corporativa ha supuesto la deforestación de grandes extensiones de bosques.
Según este estudio, la ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero medidas en equivalentes de CO2. Específicamente es responsable del 9% de las emisiones de CO2 (principalmente por deforestación), el 37% de las emisiones de metano, CH4, (fundamentalmente por la digestión de los rumiantes) y el 65% del óxido nitroso (por el estiércol. 
En realidad el principal motor de la agricultura industrializada cuyos efectos sobre elCambio Climático acabamos de esbozar, no es la alimentación humana directa sino la animal: el 60% de la producción agrícola se destina a la ganadería.