Taifa de Zaragoza
La Taifa de Saraqusta (Taifa de Zaragoza o Reino de Zaragoza) fue una taifa independiente entre 1018 y 1110 —esto es, desde la desintegración del califato de Córdoba a principios del siglo XI hasta que fue conquistada por los almorávides en 1110—, que experimentó un extraordinario auge político y cultural con los reinados de Al-Muqtadir, Al-Mutamán y Al-Mustaín II en la segunda mitad de dicho siglo.
El legado intelectual y artístico más sobresaliente se podría resumir en la construcción del Palacio de la Aljafería y en la creación de la primera escuela estrictamente filosófica andalusí, cuya figura descollante es Avempace, que nació en Zaragoza entre 1070 y 1080 y tuvo que emigrar de la ciudad hacia 1118 tras la conquista cristiana.
El Reino taifa de Zaragoza.
En 1009 se produce un vacío de poder al ser obligado a abdicar el califa cordobés Hisam II. En ese momento se produce la disgregación de Al Andalus en múltiples reinos llamados de taifa (de facción).
El poder en la taifa de Zaragoza será ocupado inicialmente por los tuyibíes con Mundir I, quien se independizará formalmente del califato en 1018. El reino de Zaragoza permanecerá bajo el poder de esta familia hasta que es asesinado Mundir II en 1039, ocupando el trono a partir de este momento Sulayman de la familia de los Banu Hud.
Escritura cúfica en la Aljafería
Los Banu Hud fueron unos reyes protectores del arte y la cultura, y mantuvieron sus fronteras frente a los reinos cristianos, militarmente unas veces y otras mediante pactos, pagando parias (tributos) a estos reinos que pretendían salir de las montañas pirenaicas y ampliar su territorio hacia el sur. El mayor problema de la taifa de Zaragoza fue por su cohesión territorial interna, ya que al morir cada soberano dividía el reino entre sus hijos, los cuales se dedicaban a pelear entre ellos intentando recuperar el territorio y desgastándose frente a los reinos cristianos.
El rey más brillante de la taifa de Zaragoza fue Ahmad Abu Yafar, llamado Al Muqtadir billah (poderoso gracias a Dios). Su padre Sulayman había dividido el reino entre sus cuatro hijos: Calatayud, Lérida, Tudela y Zaragoza. Al Muqtadir (1044-1082) en sus primeros años de reinado se ocupó de recuperar mediante luchas fratricidas lo que había dividido su padre, pero además anexionó posteriormente el reino de Tortosa (1060) y de Denia (1076), haciendo también vasallo al reino de Valencia.
Al Muqtadir fue el político peninsular más importante de su tiempo, pero se preocupó además de atraer a su corte a los mejores artistas, científicos, filósofos y poetas, construyéndose bajo su reinado la Aljafería.
Arco mixtilíneo en la Aljafería
Cuando murió este soberano volvió a cometer el mismo error que su antecesor y dejó dividido su reino entre sus hijos: Al Mutamin en Zaragoza y Mundir en la zona oriental desde Lérida, produciéndose las mismas luchas intestinas entre los hermanos para unificar otra vez el territorio. Al Mutamin usó mercenarios para intentar conquistar la parte oriental, el más famoso de ellos fue el Cid.
Con Al Mustain (1085-1110) comienza el declive del reino de Zaragoza, siendo conquistadas bajo su reinado ciudades como Monzón (1089), Huesca (1096) o Barbastro (1100). El último rey de la familia hudí será su hijo Abd al Malik Imad al Dawla quien está pocos meses en el poder y se ve obligado a entregar el reino a los almorávides que provienen del Norte de África para intentar una defensa desesperada de Zaragoza, que caerá en manos de Alfonso I el batallador en 1118. A lo largo de todo el siglo XII continuará la escalada de conquistas aragonesas: en 1120 se conquista Calatayud, Fraga en 1149 y finalmente, Alfonso II llega a Teruel en 1169.
los Banu Razin
Murallas de Albarracín
Además de la taifa zaragozana también se creó la de Albarracín. Este reino comprendía el territorio de las sierras del suroeste turolense y su zona limítrofe en Cuenca. Fue el primero en declararse independiente de Córdoba en 1012 y estaba gobernado por la familia de los Ibn Razin, por eso el nombre de la ciudad de Albarracín.
Según la descripción del geógrafo del siglo XII Al Idrisi, Albarracín era una ciudad hermosa, bien poblada y con mercado permanente.
Según la descripción del geógrafo del siglo XII Al Idrisi, Albarracín era una ciudad hermosa, bien poblada y con mercado permanente.
El arte musulmán de los reinos de Taifas
A pesar de los disturbios políticos del siglo XI en España, el arte musulmán no se agotó con la caída del Califato.
Al-Andalus se fracciona en pequeños reinos llamados "Taifas" durante el siglo XI. Estos reinos independientes van a vivir en constante tensión fronteriza entre ellos mismos y con los reinos cristianos del norte que se recuperan de las devastaciones de Almanzor.
Los primeros reinos de Taifas (habrá posteriores periodos de fragmentación política de Al-Andalus) desaparecerán a finales del siglo XI cuando los almorávides entran en la Península y destituyen a los reyezuelos de estos estados y unifican -también de forma efímera- la España musulmana.
El arte de los reinos de taifas
El arte musulmán se fraccionó y penetró en el resto de Al-Andalus. Este siglo, el de los pequeños reinos independientes llamados taifas (periodo taifa) va a estar marcado por la construcción de murallas alrededor de las ciudades, normalmente a base de barro apisonado. Estas murallas se construyen con motivo de los roces continuos con sus vecinos donde la movilidad de las fronteras es constante.
También es la época del esplendor palaciego de los reyes de cada Taifa, aunque paradójicamente contamos con pocos elementos de esta época que sean bien conservados (salvo la Aljafería que después veremos).
Efectivamente, aunque conocemos documentalmente muchos de ellos, como el palacio toledano de Dhi al Nun, del de Balaguer, Valencia, Sevilla, etc. Sólo quedan fragmentos decorativos que dan pie a imaginar su riqueza, pero poco más.
También es época en que se construyen baños en las ciudades, de los que han quedado numerosos ejemplos y otros que se van recuperando tras intervenciones arqueológicas y restauraciones.
En el ámbito de la arquitectura militar, quedan estructuras de las alcazabas de las ciudades de Almería, Málaga y Granada.
Aljafería de Zaragoza
El palacio de la Aljafería de Zaragoza no es sólo la indiscutible obra cumbre conservada del arte de las Taifas, sino también una de las mejores de todo el arte islámico en España gracias a los elementos conservados y/o restaurados.
La Aljafería fue construida por el rey de la poderosa taifa de Zaragoza Abuchafar Ahmed Almoctadirbiba (1047-1081) denominado originalmente "Casa de Regocijo". Tras la reconquista aragonesa paso a palacio real cristiano siendo acometidas diferentes obras alteradoras hasta llegar a nuestros días en que se ha cuidado la restauración y reconstrucción de algunas partes.
Exteriormente tiene aspecto de castillo amurallado o fortaleza, presentando un recinto casi cuadrado con 16 torres cilíndricas y una cuadrada, la del homenaje, que se alza en el costado septentrional de la fortaleza.
En su interior y desplazándonos hacia el sur a partir de la citada torres hay tes salas palaciegas, la de la Chimenea, la del entrada al Oratorio y la sala de los Mármoles. Inmediatamente más al sur se abría el gran patio rectangular.
El Oratorio se abre mediante puerta de herradura y da paso a un recinto cuadrado que se eleva asando a octógono mediante achaflanamiento de los ángulos. En el chaflán sureste está el mihrab cubierto por bóveda gallonada y espectacular puerta de herradura excéntrica al intradós, de raigambre califal.
Además del oratorio, lo más espectacular de la Aljafería son las salas con pórticos -especialmente el de la Chimenea- a base de arcos apuntados y polilobulados y compuestos entrecruzados.
Más información del Palacio de la Aljafería
Bañuelos de Granada
De los baños árabes de España probablemente el mejor conservado es el Bañuelo de Granada, también llamado del Darro.
Es del siglo XI y dispone de una serie de estancias abovedadas con claraboyas o óculos estrellados u octogonales. Tras el vestuario se disponen el frigidarium, tepidarium y caldarium.
Frigidario y caldario son similares de planta rectangular y con atajos de arcos de herradura en sus extremos.
El tepidario es la sala más conocida por sus galerías de arcos de herradura sobre columnas cuyos capiteles son distintos, la mayoría reutilizados de época califal y romana. Las propias arquerías y bóvedas son de ladrillo y de nuevo es reseñable la iluminación mediante claraboyas octogonales.
Alcazaba de Almería
Del siglo XI data lo más antiguo de las alcazabas de Málaga, Almería y Granada.
La alcazaba de Almería es una imponente obra de Jairán (1012-1028).
Además de los recios muros y torreones que se ciñen a las irregularidades del terreno, es necesario destacar varias cámaras con a las que se accede por puertas de herradura.
Taifa de zaragoza
Poesía árabe en los reinos de taifas (1/2) La poesía hispanoárabe en la época de taifas se desarrolló en el siglo XI en los distintos reinos independientes que se formaron a la caída del califato de Córdoba. Fue la época de máximo esplendor cultural y literario de al-Ándalus y en el terreno poético se produjeron innovaciones autóctonas que llevarían a la creación del zéjel y la moaxaja, géneros típicamente hispanos de la poesía árabe, que influyeron notablemente en la lírica de tradición oral en lenguas románicas. Cada una de estas cortes de pequeños reinos taifales intentó emular los cenáculos aúlicos de la Córdobacalifal e incluso de la Bagdad abasí. Géneros:Desde el periodo del califato cordobés, la corte andalusí se rodeaba de funcionarios poetas que debían adular a sus mandatarios mediante la composición de madih o panegíricos y conmemorar los principales hechos cortesanos escribiendo rasail o misivas de la cancillería, escritas en prosa rimada intercalada de poemas. De ahí la proliferación y consideración que la poesía árabe tuvo en el entorno aúlico de los régulos de las taifas.En cuanto a la línea neoclásica, se trata de una poesía continuadora de las formas clásicas de la poesía árabe aunque adopta ciertas innovaciones introducidas por el modernismo. Los subgéneros dominantes son la rita o elegía, compuesta por dos secciones —reflexiones generales sobre la existencia humana y palabras de consuelo para la parentela del desaparecido—, y la casida. *La corriente modernista, en cambio, amplía los temas y géneros y se basa en la poesía oriental anterior, aclimatándola al territorio andalusí. Destaca la introducción de las awsaf, descripciones de hechos y objetos, que incluyen la nawriyya (descripción de flores), la taradiyya (de tipo cinegético) la hamriyya (o báquica, ligada al encomio del vino y muy abundante en la poesía andalusí pese a los preceptos del Corán) o la zuhdiyya (poesía de carácter ascético). Por otro lado, el prólogo amoroso de la casida o nasib se independiza para crear un género propio: el gazal (gacela), que admite dos temáticas: la gacela de amor udri o casto y la de amor ibahi o libertino.
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Estoy muy contenta del trabajo que estás haciendo.!Änimo!.
ResponderEliminarMUy bien . Vas a tener muy buena nota . !Änimo!.
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